...¿Y si lo hacemos en un
solo día? Esa fue la frase, el desencadenante de esta aventura.
Hace casi dos años mi
hermano Víctor y yo teníamos pensado hacer una ruta ciclo-turista
de un par de días de Toledo a Hornachos, así que Víctor empezó a
diseñar la ruta, comenzando en Toledo, atravesando los montes de
Toledo (Parque Nacional Cabañeros) cruzando embalses (Cíjara y
Zújar).
Unos 320 km en total, con
la idea de hacer unos 160 km un día y otros 160 al día siguiente.
Pero la ruta que había diseñado, que prometía ser espectacular, no
nos ofrecía alojamiento a mitad de camino solo teníamos una
población posible: Villarta de los montes, que al tener una sola
casa rural y ser su temporada alta en Semana Santa no nos alquilaban
la casa por un día.
La siguiente población
que nos podía ofrecer alojamiento era Puebla de Alcocer a tan solo
108 km de Hornachos.
Así que después de darle
varias vueltas planteo mi hermano: -¿y si lo hacemos en un solo
día?, le mire y dije que de acuerdo que lo hacíamos del tirón.
-”Que bien se hacen los
kilómetros desde el sofá de casa”.
Fijamos una fecha: Semana
Santa de 2016 más concretamente el Jueves 24 de Marzo.
Cuando ya quedaban pocos
meses empezamos con los preparativos y con las cosas que teníamos
que tener en cuenta: hora de salida, calcular las horas de sol,
iluminación que llevaríamos, baterías, comida, etc.
También empezamos a
entrenar largas distancias aunque dicen que para una larga distancia
uno no se entrena, uno se prepara.
Se
acerca el día y vamos preparando las bicis para tantas horas de
pedaleo, (unas 16 horas) nada especial pero si muy personal, ¿donde
llevar el foco?, bolsa de sillines más grandes, ¿cómo sujetar las
baterías? O incluso poner unas bandas de gel debajo de las cintas
del manillar para un mayor confort. También llevaríamos un
bocadillo de tortilla con salchichón, puesto que desde kilómetro 50
(Navahermosa) hasta el km 152 (Villarta de los Montes) no
atravesaríamos ninguna población ni vía de servicio... y no íbamos
a estar a base de barritas todo el día.
Después de creer que lo
teníamos todo controlado llego el día.
Primer inconveniente: el
despertador sonó muy temprano a las 4:00 am , desayunamos bien
fuerte, cargamos las bicis en el coche y mi padre nos acerca hasta
Toledo, nos pusimos a dar pedales a las 5:45am absolutamente de noche
con dos grados de temperatura y sin aire.
Primera parada obligada y
programada, Navahermosa, km 50, llenamos agua puesto que uno de los
dos bidones lo llevábamos vacío desde el inicio para ahorrar peso,
(ya que entre todos los achiperres íbamos con 4 kg de más,) nos
enfrentaríamos ahora a los Montes de Toledo poco mas de 100km sin
atravesar ninguna población, comenzamos a subir el primer puerto “el
risco de las paradas” 10km al 3,8%, ya estamos arriba el punto más
alto de toda nuestra ruta 1.154 metros de altura, a partir de aquí
lo que se presuponía un terreno favorable con mas bajadas que
subidas donde ganaríamos tiempo y subiríamos media, resulto ser
todo lo contrario una “carretera” absolutamente rota llena de
socavones, grava, y piedras ….!No podíamos bajar a mas de 30km/h
parecía que las bicis se iban a desmontar y teníamos miedo de
sufrir algún accidente, -¡Esto hace mas épica nuestra ruta! Dijo
mi hermano, lo que no sabía es que tendríamos este estado de
carretera durante más de 50km, ahí cogimos la CM-410 dirección
Bohonal, dejamos Bohonal a nuestra derecha y nos dirigimos a Villarta
de los montes, esta vez sí que nos lo advierten “Carretera en mal
estado” ¡No puede ser! !¿otra vez!?, y así es, efectivamente
carretera en mal estado…
Atravesamos varios puertos
de montaña, cruzamos el embalse del Cíjara, otro puerto y llegamos
a Villarta de los Montes, rellenamos agua y continuamos dejando atrás
los montes de Toledo.
Decir
que atravesar los montes de Toledo y alrededores fue toda una
aventura, paisajes espectaculares y muy cambiantes muchas subidas y
bajadas, cruzando arroyos y viendo mucha fauna en su estado más
salvaje ¡un espectáculo!
Llegamos a la nacional
N-502 que cogeríamos durante unos 10km ahí empezó a levantarse
aire del oeste que nos daría de frente y de lado, yo sufrí un
fuerte dolor en la rodilla izquierda y a partir de ahí tuve que ir a
rueda de mi hermano puesto que si forzaba, el dolor era insoportable,
con estas llegamos a Puebla de Alcocer, ahí teníamos estipulado
hacer una parada para comer, llegamos un poco tarde 16:30h, pero nos
pusieron de comer pasta y pollo, cafetito, enantyum, ibuprofeno para
esa rodilla maltrecha y continuamos. El aire ha cambiado ya no nos da
de lado ahora nos da de frente así que a seguir chupando rueda de mi
hermano, llegamos a Castuera km 255 paramos a rellenar agua, un
refresco y seguir, encendemos las luces, nos ponemos el chaleco
reflectante puesto que se nos echaba la noche encima.
Salimos de Castuera
observamos que el viento se ha calmado y la rodilla va bastante
mejor, ya vemos en el gps solo dos dígitos de distancia hasta
destino, unos gritos de ánimo del uno al otro y con ritmo vivo
haciendo relevos afrontamos la ultima parte de la ruta.
Dejamos atrás la zona de
la Serena, el embalse del Zújar y llegamos a Retamal, ¡ya estamos
en casa!, 25 kilómetros más y llegaríamos.
A pocos kilómetros de
Hornachos nos enfrentamos al puerto más duro de toda la ruta con 315
km en las piernas la cuesta de Lobero se nos antoja un puerto de
categoría especial, muy duro, lo afrontamos con calma, coronamos,
continuamos y por fin llegamos a Hornachos a las 22:30h de la noche.
Agradecer a mi hermano ese
darme rueda cuando más lo necesitaba “muchos kilómetros”
tirando de mí, sin él no hubiese podido llegar.
Y no nos podemos despedir sin agradecer a quienes más han sufrido en esta ruta. – Gracias Familia –.
Datos de la ruta:
Tiempo total: 16h:49min
Tiempo en
movimiento: 14h:16min
Velocidad media: 22,3 km/h
Temperatura mínima: -2
grados
Temperatura máxima: 28
grados
Altura Ganada: 4.226
metros
Altura perdida: 4.291
metros
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